Washington, D.C., 16 de junio de 2025. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este domingo reforzar los operativos migratorios en ciudades clave como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, con el objetivo de ejecutar lo que calificó como “el mayor programa de deportación masiva en la historia del país”.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump argumentó que estas ciudades son “el núcleo del poder demócrata” y que concentran millones de migrantes indocumentados, a quienes acusa de representar una amenaza para la seguridad nacional.
Las redadas encabezadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ya comenzaron a generar tensiones. En Los Ángeles, se han registrado protestas que, aunque en su mayoría han sido pacíficas, han derivado en momentos de violencia esporádica. En respuesta, el gobierno federal desplegó a 4 mil elementos de la Guardia Nacional y 700 marines, pese a la oposición de autoridades locales.
El gobierno de California ha iniciado acciones legales para frenar el despliegue, argumentando que el presidente se ha extralimitado en sus funciones. La demanda está en proceso en una corte federal.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció la extensión del toque de queda nocturno en algunas zonas, al tiempo que expresó su preocupación por el temor que se ha apoderado de comunidades enteras. “La gente tiene miedo de salir de sus casas. Esto es Estados Unidos, no se supone que debas mostrar tus documentos si caminas por la calle”, declaró.
El sábado, cientos de miles de personas salieron a protestar en varias ciudades bajo el lema “Sin reyes”, en rechazo al autoritarismo y la política migratoria del mandatario republicano. Se trata de la mayor movilización desde que Trump regresó a la presidencia en enero pasado.
El expresidente Barack Obama también se sumó a las críticas, señalando en su cuenta en X que “familias que solo quieren vivir y trabajar están siendo demonizadas”, y abogó por un sistema migratorio que respete la dignidad humana.
Pese a las críticas, Trump reiteró que su gobierno no retrocederá. “Nada nos detendrá de ejecutar nuestra misión”, afirmó, instruyendo al ICE, FBI, DEA y otras agencias a “hacer el trabajo” y “revertir la marea de destrucción masiva de migración”.
Con esta nueva ofensiva, el presidente vuelve a poner la migración en el centro del debate político estadounidense, en un momento en que la polarización social y el descontento crecen en distintos sectores del país.