Ciudad del Vaticano, 21 de abril de 2025. La mañana de este lunes, el mundo despertó con una triste noticia: el papa Francisco, el pontífice que conquistó los corazones por su cercanía, humildad y defensa de los más necesitados, falleció a las 7:35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, tras una convalecencia delicada luego de 38 días de hospitalización.
El cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell confirmó el fallecimiento en un videomensaje:
“El obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre. Su vida entera estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó el valor del Evangelio con fidelidad, valor y amor universal, en particular hacia los más pobres y marginados”.
La víspera de su muerte, el papa sorprendió con una última aparición desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro, impartiendo la bendición Urbi et Orbi. Luego, recorrió la plaza en su papamóvil, bendiciendo a niños y fieles, en lo que hoy se recuerda como su último gesto pastoral.
A pesar de sus visibles dificultades físicas, Francisco no dejó de estar con el pueblo. Por la mañana de ese mismo domingo, recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en un breve encuentro pascual.
Un funeral sencillo, como él quiso
Tal como dispuso en vida, su cuerpo fue velado en la capilla de la Casa Santa Marta, y no en el Palacio Apostólico, según lo estipulado en el ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis’, el documento que él mismo reformó hace un año. En él, simplificó profundamente los ritos funerarios papales, eliminando, entre otras cosas, los tradicionales tres ataúdes y el uso del catafalco.
El cuerpo de Francisco será trasladado posiblemente este miércoles 23 de abril a la basílica de San Pedro, donde será expuesto ante los fieles para su último adiós. El funeral, aún sin fecha confirmada, será organizado por la Congregación de Cardenales, quienes también deberán convocar el próximo cónclave.
Un legado en pleno Jubileo
Francisco murió en medio del Jubileo de la Esperanza, convocado por él mismo e inaugurado el 24 de diciembre pasado. Aunque la Santa Sede confirmó que el Jubileo continuará, algunas actividades se suspenderán temporalmente, como la canonización del joven Carlo Acutis, programada para el 27 de abril.
Dolor en Roma y en el mundo
La noticia provocó un profundo pesar y estupor entre los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, quienes menos de 24 horas antes habían saludado al pontífice.
“Es una noticia muy sensible para nosotros los latinoamericanos. Francisco nos representó con sencillez y humildad”, dijo Gustavo, un peregrino colombiano en camino hacia el Vaticano.
Una visitante alemana de confesión musulmana lo resumió con emoción:
“Era un hombre amable. Se preocupaba por la gente”.
El mundo despide hoy a Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano, jesuita y argentino, que eligió llamarse Francisco por su amor a los pobres, su defensa de la fraternidad, y su apuesta por una Iglesia más humana.