Ciudad de México. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció la pausa en las relaciones diplomáticas con las embajadas de Canadá y Estados Unidos en respuesta a las declaraciones emitidas por sus respectivos embajadores, Ken Salazar y Graeme C. Clark, respecto a la reciente Reforma Judicial mexicana. Durante su conferencia matutina de este martes, el mandatario subrayó la importancia de la soberanía y exigió respeto hacia las decisiones internas del país.
Las declaraciones de ambos diplomáticos, en las que expresaron su rechazo a la reforma judicial presentada por el gobierno mexicano, motivaron la reacción del presidente. López Obrador enfatizó que las críticas de los embajadores no pueden ser toleradas y que, aunque no se les pedirá abandonar el país, deben ser conscientes del respeto que México exige en relación con su soberanía.
«¿Cómo vamos a permitir que digan que está mal lo que estamos haciendo? No vamos a decirles que abandonen el país, pero sí tienen que leer la constitución, que es como leerles la cartilla. Es buena la relación, pero está en pausa,» declaró López Obrador, destacando la gravedad de la situación.
El presidente también expresó su descontento por la sincronización en las declaraciones de ambos embajadores, sugiriendo que el gobierno canadiense actúa como un «Estado asociado» a los intereses estadounidenses, lo que calificó como «de pena ajena.»
López Obrador reiteró que la relación con ambos países no se ha roto, pero que se mantendrá en pausa hasta que se reciba una ratificación de respeto hacia la independencia y soberanía de México. Esta decisión subraya el compromiso del presidente con la defensa de las decisiones soberanas del país y la exigencia de un trato respetuoso por parte de las naciones extranjeras.
La Reforma Judicial, presentada inicialmente el 5 de febrero de 2024 y modificada el 16 de agosto, ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional. La postura del gobierno mexicano frente a las críticas externas muestra una firme defensa de las políticas internas y un llamado a evitar cualquier injerencia en los asuntos que considera exclusivamente de competencia mexicana.