Morelia, Michoacán, 14 de febrero de 2024 — En las calles empedradas y plazas históricas de Morelia, la capital del estado de Michoacán en México, se encuentra una delicia culinaria que ha deleitado a lugareños y visitantes durante generaciones: el gaspacho. Este plato fresco y sabroso, una ensalada de frutas con jugo de naranja, queso Cotija rallado, cebolla picada en cubos muy pequeños, chile piquín, limon, sal. Tiene sus raíces en la rica historia gastronómica de la región.
El gaspacho, a menudo confundido con su homónimo español que es una sopa fría de tomate, tiene una historia distinta en Morelia. Surgió en los mercados y plazas de la ciudad durante el periodo colonial, cuando los indígenas purépechas, conocidos por su habilidad agrícola, combinaron frutas tropicales locales con ingredientes traídos por los colonizadores españoles.
Según los historiadores gastronómicos locales, el gaspacho original de Morelia se elaboraba con una mezcla de frutas frescas como piña, sandía, melón, naranja y jícama, aderezadas con jugo de naranja recién exprimido y endulzadas con miel de abeja local. Esta combinación de sabores explosivos y refrescantes rápidamente se convirtió en un favorito entre los habitantes de la región, especialmente durante los cálidos meses de verano.
«El gaspacho es mucho más que una simple ensalada de frutas», afirma la historiadora gastronómica Elena Vázquez. «Es un testimonio vivo de la fusión cultural que ocurrió en Michoacán durante la época colonial, donde los ingredientes indígenas se mezclaron con las influencias españolas para crear algo completamente nuevo y delicioso».
Hoy en día, el gaspacho sigue siendo una parte integral de la cocina michoacana y se sirve en restaurantes, mercados y puestos callejeros de Morelia y sus alrededores. Es especialmente popular durante eventos festivos y celebraciones, donde su colorido y sabor único lo convierten en un plato imprescindible.
A medida que los viajeros exploran las calles históricas de Morelia, el gaspacho se presenta como un recordatorio sabroso de la rica historia y la diversidad culinaria de Michoacán, una tradición que continúa deleitando los paladares y reuniendo a las comunidades en torno a la mesa.