Con la llegada de las lluvias en los meses de junio y julio, también se presenta un fenómeno natural que es esperado por muchos: la aparición de las hormigas chicatanas. Este insecto, conocido científicamente como Atta mexicana y popularmente como hormiga arriera o de San Juan, se convierte en un ingrediente apreciado en la cocina mexicana.
¿Qué son las Hormigas Chicatanas?
Las hormigas chicatanas son de color café rojizo y miden aproximadamente 18 milímetros, aunque la reina puede alcanzar hasta 30 milímetros. Su aparición coincide con la temporada de apareamiento, también conocida como vuelo nupcial, durante la cual la reina es fecundada. Es común ver a estos insectos volando alrededor de las luces, pegados en los parabrisas o en las banquetas, lo que puede llevar a confundirlas con avispas a primera vista.
Un Ingrediente de Tradición
Lejos de ser una simple plaga, las hormigas chicatanas tienen un lugar especial en la gastronomía de varias regiones de México. Son consumidas en estados como Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Guanajuato, Puebla, Morelos, el Estado de México y ciertas regiones de Michoacán.
Estos insectos se integran en una variedad de platillos: guisos, salsas, como botana e incluso fritas. Su preparación tradicional incluye freírlas en aceite o tostarlas en el comal, de manera similar a los chapulines y escamoles. Su sabor se describe como ahumado y ligeramente terroso, lo que les confiere un carácter distintivo y apreciado en la cocina.
Un Manjar de Temporada
La temporada de chicatanas es breve pero esperada. La presencia de estas hormigas es un indicador del cambio de estación y del inicio de un período de abundancia en ciertos platillos. Para muchos, su llegada no solo marca el inicio de las lluvias, sino también la oportunidad de disfrutar de una tradición culinaria que ha pasado de generación en generación.
Las hormigas chicatanas no solo representan un fenómeno natural, sino también un vínculo cultural y gastronómico que enriquece la diversidad culinaria de México. Cada año, con las primeras lluvias, se renueva esta tradición, y las chicatanas vuelven a ser el centro de atención, tanto en las calles como en las cocinas.