22 de noviembre de 2024. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó este jueves el conflicto en Ucrania como una “guerra mundial”, en medio de una escalada de tensiones marcada por el lanzamiento del primer misil balístico hipersónico ruso contra territorio ucraniano. Este ataque fue presentado como una respuesta a bombardeos recientes realizados con armas suministradas por potencias occidentales, como Estados Unidos y Reino Unido.
El misil hipersónico, un arma de última generación diseñada originalmente para portar ojivas nucleares, fue empleado en su configuración convencional para impactar un objetivo que, según Putin, formaba parte del complejo militar-industrial ucraniano. El mandatario afirmó en un mensaje televisivo que este ataque es “una respuesta legítima” a los recientes bombardeos ucranianos con misiles avanzados de fabricación occidental.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el lanzamiento como una acción hostil y acusó a Rusia de usar su país como un “terreno de pruebas militares”. Zelenski denunció la falta de contundencia de la comunidad internacional, particularmente de la OTAN, ante lo que considera una amenaza creciente para la estabilidad global. En un mensaje difundido en redes sociales, insistió en la necesidad de aumentar la presión internacional sobre Rusia para alcanzar una paz duradera.
Escalada de tensiones internacionales
La situación se agravó tras los bombardeos recientes contra territorio ruso realizados con misiles ATACMS estadounidenses y Storm Shadow británicos, ambos considerados armamento avanzado. Según el Kremlin, el uso de estas armas representa un cambio significativo en el conflicto, al involucrar tecnología militar que incrementa la capacidad ofensiva de Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que Moscú notificó a Washington con 30 minutos de antelación sobre el lanzamiento del misil hipersónico, en un intento de minimizar posibles reacciones internacionales inesperadas. Sin embargo, la Casa Blanca condenó la acción, calificándola como “una escalada irresponsable” que aumenta la posibilidad de un enfrentamiento directo entre potencias.
Dimensiones globales del conflicto
Putin enfatizó que la autorización de Estados Unidos para el uso de misiles avanzados por parte de Ucrania ha transformado el conflicto en un enfrentamiento de escala global. El Kremlin advirtió que se reserva el derecho de atacar objetivos militares en los países que suministren armas avanzadas a Ucrania, mencionando la posibilidad de emplear su arsenal atómico si su seguridad nacional se ve comprometida.
Mientras tanto, los misiles suministrados por Estados Unidos y Reino Unido, como los ATACMS y Storm Shadow, han permitido a Ucrania llevar a cabo ataques más profundos en territorio ruso, incluyendo instalaciones estratégicas. El alcance limitado de estos misiles, en comparación con los balísticos hipersónicos rusos, no ha evitado que sean efectivos en las recientes ofensivas ucranianas.
El conflicto continúa escalando, con implicaciones cada vez más graves para la seguridad internacional, mientras las partes involucradas se preparan para posibles escenarios de mayor intensidad.