Están en buenas condiciones gracias a cuidados paternos y al trabajo de los equipos de ginecología y perinatología
Ciudad de México, 16 de julio de 2024.- El Hospital Regional (HR) “1º de Octubre” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) atendió el pasado 18 de junio el parto de trillizos prematuros, quienes superaron los problemas respiratorios que presentaron al nacer, gracias al apoyo de sus padres y al trabajo en equipo de ginecología y perinatología. Hoy, junto con su madre, evolucionan favorablemente, informó el director médico, Ramiro López Elizalde.
A través del modelo de salud materna y perinatal que brinda el instituto, las derechohabientes reciben acompañamiento continuo durante todo el proceso reproductivo, lo que incluye el fortalecimiento de la lactancia materna, con atención respetuosa, de calidad y trato amigable, subrayó.
Al referirse a los dos niños y una niña —con menos de 37 semanas de gestación— el director del HR “1º de Octubre”, Edilberto Jiménez Rendón, informó que el cuidado en el nosocomio permitió su óptima evolución y actualmente están saludables, se alimentan vía oral, comienzan a subir de peso y ya están en casa, por lo que agradeció a sus padres la confianza en el personal médico y de enfermería a cargo del nacimiento.
El neonatólogo Jorge Arturo Ríos Aguilar detalló que este hospital es centro de referencia en Código Máter, que es un mecanismo para brindar respuesta inmediata a emergencias obstétricas y salvar la vida de la mamá y el bebé. “Por ello, es frecuente que recibamos casos de embarazos gemelares, trillizos y pacientes con embarazos prematuros”. Es una labor que realizan en conjunto ginecología, perinatología y neonatología, lo que asegura grandes resultados.
La madre de los trillizos, Rosalba N., de 46 años, residente de la Ciudad de México y con diagnóstico de preeclampsia (presión arterial elevada), expresó su agradecimiento al personal de las áreas que intervinieron de manera oportuna en cada etapa de su embarazo, desde el recibimiento en vigilancia, hasta el área de terapia intensiva. “Eso me sensibilizó mucho, siempre hubo una mano apretando la mía, cuidándome, nunca me sentí desprotegida”.