Bangkok, 28 de marzo de 2025 – Un terremoto de magnitud 7.7 sacudió el centro-norte de Myanmar (Birmania) este viernes, dejando un saldo preliminar de al menos 200 personas fallecidas y 730 heridas, según cifras oficiales de la junta militar birmana, que además decretó el estado de emergencia en seis regiones del país y realizó un inusual llamado de ayuda internacional.
El epicentro se localizó a 10 kilómetros de profundidad en la región de Sagaing, a unos 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más poblada del país con 1.2 millones de habitantes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El organismo emitió una alerta naranja, la segunda más grave, por el alto número de víctimas y daños económicos esperados.
La sacudida provocó colapsos de puentes, edificios y monasterios, donde al menos 20 niños habrían quedado atrapados, según reportes humanitarios. Numerosas localidades están sin electricidad, y los equipos de rescate, con recursos limitados, trabajan contra reloj para rescatar sobrevivientes entre los escombros.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y organizaciones como World Vision y Christian Aid ya se encuentran activando operativos de emergencia en la zona. Por su parte, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) reportó desde Rangún el colapso de un puente clave y alertó sobre posibles daños estructurales en una presa cercana.
Además del impacto en Myanmar, el sismo se sintió con fuerza en Tailandia, donde se reportaron al menos tres muertos y 80 personas atrapadas tras el derrumbe de un edificio en construcción en Bangkok. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, también declaró el estado de emergencia en la capital.
El contexto político y social de Myanmar, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de 2021, complica aún más las labores de atención y rescate. La comunidad internacional ha comenzado a movilizarse ante la magnitud del desastre. La cifra de víctimas podría aumentar conforme avanzan las labores de rescate en zonas rurales y aisladas.