Zitácuaro, Michoacán. Una investigación del gobierno estadounidense ha revelado los mecanismos detrás del tráfico de armas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en particular, el ingreso a México de un rifle antimaterial Barrett que fue utilizado en una emboscada contra policías y militares, dejando dos fallecidos en 2023. Este rifle, posteriormente asegurado en Zitácuaro, Michoacán, fue rastreado hasta un comprador en Florida.
La investigación señala que el arma fue adquirida en agosto de 2023 en una tienda ubicada en Ormond Beach, Florida, donde el comprador pagó 9,199 dólares en efectivo. Este individuo, identificado como J.A., actuó bajo las órdenes de Ángel Velázquez Delgado, líder de una red de tráfico de armas vinculada al CJNG. Velázquez había proporcionado el dinero para la compra después de que él mismo y otros colaboradores fueran rechazados en una tienda previa debido a sospechas del vendedor.
Utilizando el número de serie del arma y el sistema de rastreo eTrace, las autoridades mexicanas y estadounidenses confirmaron su ingreso a territorio mexicano y su relación con el CJNG.
La acusación presentada en Florida describe cómo el CJNG opera complejas redes de tráfico que incluyen intermediarios y «comandantes» responsables de coordinar las compras. Velázquez, por ejemplo, dirigía operaciones que involucraban a personas identificadas como J.H., J.A. y J.P., quienes realizaban las adquisiciones directamente.
Los traficantes seleccionaban armas específicas solicitadas por el cártel, incluidas ametralladoras ligeras y pesadas, rifles de precisión y equipo adicional como ópticas y drones. Los mensajes interceptados detallan las ganancias por cada venta y los métodos para ocultar y trasladar las armas, muchas veces en vehículos adaptados.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) jugó un papel clave en detener parte del tráfico. En uno de los casos, agentes aseguraron un rifle Barrett antes de que fuera trasladado a México. Sin embargo, otras armas, como la Barrett asegurada en Zitácuaro, lograron cruzar la frontera.
El informe detalla que Velázquez no solo coordinaba las compras y traslados, sino que mantenía un registro contable de las deudas y transacciones vinculadas con su trabajo para el cártel. En uno de los operativos, agentes descubrieron que también traficaba drones y equipo táctico avanzado.
El caso pone de manifiesto las complejas dinámicas del tráfico de armas entre Estados Unidos y México, así como la capacidad logística del CJNG para operar en ambos países. Las autoridades han reiterado su compromiso de reforzar los esfuerzos binacionales para combatir este fenómeno, que sigue alimentando la violencia en regiones como Michoacán.
La investigación sigue en curso, con la expectativa de desmantelar más redes vinculadas a la compra y traslado de armas utilizadas por los cárteles en México.