Morelia, Michoacán – Más de 150 habitantes de la comunidad indígena de El Coire, ubicada en el municipio de Aquila, han sido forzados a abandonar sus hogares debido a la creciente violencia vinculada al crimen organizado en la Costa Michoacana.
De las 154 personas desplazadas, 88 se han refugiado en La Placita y 67 en Coahuayana. Muchos llegaron en condiciones extremadamente precarias: descalzos, sin ropa adecuada y sin tiempo para recoger documentos. La mayoría son niños que actualmente duermen en el suelo y carecen de alimentos.
En La Placita, los desplazados están alojados en un solo albergue temporal, mientras que en Coahuayana, se han distribuido en dos refugios cercanos para mantener a las familias juntas. Además, hay al menos siete familias provenientes del estado de Guerrero también refugiadas en estos albergues.
A la cifra de 154 desplazados se suman 532 personas que ya se encontraban en la región debido a la violencia. La defensora de los derechos humanos que habló con el medio destacó la falta de acción de las autoridades estatales para enfrentar la delincuencia en la región, lo que ha dejado a las víctimas en una situación de vulnerabilidad extrema.
«Es doloroso ver las condiciones precarias en las que están, y que ninguna autoridad se haya preocupado por sus necesidades humanitarias urgentes. Una mujer lloraba porque no tenía nada que darle de comer a sus hijos,» relató la activista.
Debido a la falta de respuesta institucional, asociaciones civiles y residentes de Coahuayana han organizado un acopio para proporcionar ropa, colchones, cobijas, pañales, leche, y productos de higiene personal. También han solicitado comales de leña, un molino con motor y maíz para que las familias desplazadas puedan preparar sus propias tortillas.
Se espera que la ayuda humanitaria pueda tardar hasta 15 días en llegar, mientras tanto, las organizaciones locales continúan recolectando recursos para asistir a las familias necesitadas.