Ciudad de México, 9 de octubre de 2024. La confiscación de un rifle Barrett calibre .50 tras un enfrentamiento en Michoacán, ocurrido en marzo de 2023, fue clave para desmantelar una red de tráfico de armas entre Estados Unidos y México, vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Las autoridades mexicanas recuperaron el arma, que había sido comprada en Estados Unidos en noviembre de 2022, y con la ayuda del programa eTrace, lograron rastrear su origen y desenmarañar la operación ilegal.
El fiscal federal de Orlando, Roger B. Handberg, presentó cargos contra seis presuntos traficantes, identificados como Ángel Velázquez Delgado, Jesús Hernández, Édgar Jiménez, Jesús Paulino, Jonathan Borja y Jesús Andrés, quienes, sin tener licencia para la venta de armas, traficaban armamento de alto calibre y material militar desde Florida y Georgia hacia México. Entre las armas traficadas se encontraban 11 rifles Barrett calibre .50 y 16 fusiles FN M249S, semiautomáticos que pueden modificarse para funcionar como ametralladoras.
De acuerdo con la investigación, los imputados recibían pagos en efectivo, drogas y ganancias relacionadas con el narcotráfico a cambio de proveer armamento al CJNG. Además, para evitar ser detectados, el grupo eliminaba los números de serie de las armas, lo que dificultaba el rastreo de las mismas.
La captura del Barrett calibre .50 en Michoacán fue fundamental para conectar a este grupo de traficantes con el CJNG y desmantelar su red de tráfico. Este caso subraya la estrecha colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses en la lucha contra el tráfico ilegal de armas, un fenómeno que sigue siendo una de las principales causas de la escalada de violencia en México.