Texas – La nueva normativa de Donald Trump, que entró en vigor el 2 de abril, ha comenzado a afectar a los amantes de las camionetas pickup en Estados Unidos. La medida impone un 25% de aranceles sobre las importaciones de vehículos, incluyendo las populares “trocas” que son tan comunes en las carreteras de Texas.
Arthur Bibbs, un residente de Texas, se adelantó a lo que considera una subida de precios debido a la paranoia generada por los aranceles y compró una Dodge RAM de segunda mano antes de que los precios subieran aún más. “Me preocupa que la gente se ponga paranoica antes de que haya un impacto real”, comentó Bibbs.
El arancel del 25% también afecta las autopartes fabricadas fuera de EE. UU., lo que podría incrementar los precios de los vehículos ensamblados localmente. A pesar de que marcas como Ford y Chevrolet siguen dominando el mercado en el país, muchos vehículos ensamblados en EE. UU. tienen componentes importados de países como México y Canadá, lo que podría elevar aún más los costos.
RoShelle Salinas, vicepresidenta de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Houston, señaló que los aranceles podrían encarecer los precios entre 3,000 y 10,000 dólares por vehículo, lo que afectará principalmente a las camionetas pickup, que ya son más caras que el promedio. Las ventas pueden haber subido temporalmente debido a la preocupación por los precios futuros, pero a largo plazo los clientes sentirán el impacto.
El impacto de estos aranceles podría generar un aumento en los precios de los vehículos, afectando tanto a los clientes como a los concesionarios, quienes tendrán que ajustar sus precios de compra para reflejar estos cambios. Aunque algunas marcas locales, como Toyota o Honda, son bien valoradas por su durabilidad, los consumidores seguirán enfrentando los retos del aumento en los costos de vehículos y autopartes.
Tino Ruiz, propietario de una concesionaria en Magnolia, Texas, reflexiona sobre la globalización de la industria automotriz y cómo los aranceles no siempre benefician al consumidor. «Si quieres poner aranceles, fabrica mejores carros», expresó.
Con esta nueva normativa, Trump sigue consolidando su enfoque de «hacer más productos en EE. UU.», aunque muchos consideran que esto también podría tener consecuencias no deseadas en los costos para los consumidores.